La señora Irma Cenelia Ortega Sequeira, de sesenta y ocho años de edad, es socióloga de profesión y una ciudadana que se integra a causas sociales en Camoapa. Aunque su carrera la forjó fuera del municipio, gracias a su trabajo en instituciones no gubernamentales, logró ayudar a muchas personas, principalmente a mujeres, en temas muy sensibles como seguridad alimentaria y cooperativismo.
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Doña Irma, nos cuenta que tuvo una niñez marcada por el dolor y la pérdida de seres queridos. Afirma que tuvo la bendición de ser criada por su abuela, quien fue parte importante de su vida. Perdió a sus padres a una corta edad y eso siempre la ha marcado. “Tengo muy gratos recuerdos de mi niñez, por ejemplo, algo muy especial para mí es la temporada de diciembre, con la creación de los nacimientos. En aquella época se hacían unos trabajos bien bonitos, en la casa de mi abuela. Todos se involucraban desde mis tíos todo mundo, es algo que siempre llevo presente”, resaltó la socióloga.
La licenciada Ortega indicó que otro aspecto que marcó su vida fue haber estudiado su secundaria en la escuela María Auxiliadora, de Granada. Es por eso que hasta la fecha tiene un acercamiento especial con las salesianas. “Todavía tengo contactos con algunas religiosas que conocí en ese momento. Para mí fue algo especial. Cuando llegué la primera vez lloré porque me iban a dejar ahí y cuando me gradué también lloré porque no me quería ir”, declaró doña Irma.
Su carrera de socióloga fue tomada como una opción
Irma Ortega, señala que por cuestiones de la vida le llevaron a estudiar sociología, porque inicialmente pensaba en periodismo o psicología. “Como a mí me gusta refutar entonces mi familia y yo pensábamos en la abogacía, pero tampoco funcionó, que yo me acuerde. Comencé a ver la sociología como opción cuando estuve en Granada”, aseveró.
Carmen Guevara, quien conoce a doña Irma Ortega por su trabajo en la Casa de la Mujer de Camoapa, afirma que es una persona supremamente eficiente. Le gusta mucho el trabajo y se integra en cuerpo y alma en lo que ella cree. “Es una mujer muy activa, con una sabiduría única. Hemos aprendido mucho de ella, su trabajo en la Casa de la Mujer es muy valioso, porque conoce la realidad que atraviesan las mujeres en la sociedad”, afirmó la cooperativista.
Irma Ortega junto a su familia. Cortesía. |
Doña Irma Ortega ahora tiene su domicilio en Camoapa luego de permanecer durante años en Managua. Actualmente, se encuentra retirada y está enfocada en su trabajo en la iglesia San Francisco de Asís. También en el esfuerzo de la Casa de la Mujer y con sus pasatiempos favoritos, como cuidar de su huerto que ha logrado construir en un pequeño espacio en el patio de su casa.
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