Ramón Tomás Escorcia Pérez, conocido popularmente como don Rufino, tiene ochenta y un años de edad. Ha dedicado casi la mitad de su vida a la devoción y celebración del Sagrado Corazón de Jesús en Camoapa. A pesar de su edad y de sus problemas auditivos, este tradicionalista se encarga de organizar la festividad en la localidad.
Don Ramón Escorcia, nació en Camoapa, estuvo casado con doña Leonor Ríos, quien hace un par de años falleció y procreó nueve hijos, de los cuales le sobreviven ocho. Él nos cuenta que tuvo una infancia y juventud muy tranquila. Considera que antes no había ni los peligros ni las distracciones que hoy en día se observan.
Escorcia Pérez afirma que por muchos años trabajó como comerciante en las comunidades. En su vehículo llegaba a vender todo tipo de productos a los puertos de montaña de Camoapa. “Desde que casi me accidenté decidí no ir más a las comarcas. Por muchos años trabajé como chofer en la cooperativa y hace unos veinte años, ya con mis hijos grandes, me dediqué a la casa”, detalló.
Lea más: A sus 96 años, camoapeña rememora su devoción a San Francisco de Asís
Don Rufino, rememora que al fallecer su abuela, quien era mayordoma del Sagrado Corazón de Jesús, ese puesto quedó vacante y por un tiempo estuvo a cargo de su hermana, pero la festividad decayó un poco, porque ella no vivía en Camoapa. “Yo recuerdo que le pregunté a monseñor Bolaños quién podía asumir la mayordomía y él me mandó hablar con una señora del pueblo que dijo que no. Al ver esa situación yo le dije a monseñor Bolaños que sí podía asumir yo y así me quedé”, recuerda el tradicionalista.
Devoción y dedicación
La señora Julieta Escorcia, es la hija mayor de don Ramón. Se muestra orgullosa por la enseñanza que le ha heredado su padre, por el ejemplo de fe y dedicación. “Es un hombre bien dadivoso, es alguien que se desprende con facilidad para darle al que necesita. Ahí está pendiente de una señora que es amiga suya, cuando mis hermanos le mandan dinero, compra cosas para entregarle a su amiga”, comentó.
Doña Julieta asegura que su padre siempre ha inculcado el amor al Sagrado Corazón de Jesús a su familia. Espera que esa enseñanza perdure en las futuras generaciones. “Siempre nos sembró ese amor a nuestro señor, yo me acuerdo de que desde siempre se hacía lo mejor posible para su fiesta”, detalló Escorcia Ríos.
Don Ramón Escorcia, expresa que se siente satisfecho por el trabajo que ha realizado con la fiesta tradicional del Sagrado Corazón de Jesús y con su propagación. “A mí no me gusta que me feliciten por este trabajo que hago, porque yo sé que es para el Señor y lo hago con mucho amor. Siempre he tenido una satisfacción y entrega”, aseveró.
El señor Ramón Tomás Escorcia Pérez, dice que hasta que sus fuerzas se lo permitan continuará a cargo de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. En la actualidad don Rufino permanece en su casa, acompañado de sus nietos y sus rezos permanentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario. Radio Camoapa "al servicio de la comunidad"