Las historias de vida de ciudadanos originarios de Camoapa nos muestran cómo han contribuido al desarrollo de la sociedad camoapeña, desde varios ángulos. Tal es el caso de Myriam Guerrero Díaz, una mujer que destacó en el ramo de la costura, pero también es reconocida por su inmensa devoción a San Francisco de Asís, patrono de la localidad.
Doña Myriam, cumplirá este próximo diecinueve de septiembre noventa y seis años de edad. En la actualidad vive con su único hijo vivo y está al cuidado de sus nietas.
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A pesar de su avanzada edad, doña Myriam Guerrero, nos narra un episodio de su vida donde rememora, con ese espíritu franciscano que la ha caracterizado. Fue parte de un grupo de personas que defendió la expropiación de la denominada plaza de San Francisco, donde ahora se ubican los terrenos del atrio de la iglesia y el parque central.
La señora Guerrero comentó que su integración en la orden franciscana del municipio fue por una invitación del entonces párroco de Camoapa, Alejandro Bolaños. “Monseñor me mandó a llamar, pero yo no quise ir porque tenía carácter fuerte, pero después estaba en la iglesia y me entró como miedo, sentí como un llamado y acepte”, detalló doña Myriam.
Camoapeña con un gran corazón
Una de sus nietas, Myriam Guerrero Salazar, agregó que su abuela es una persona carismática, con un gran corazón porque siempre ayudó a la gente. “Una mujer trabajadora, madre soltera, con su trabajo en la costura sacó adelante a sus dos hijos. Era una buena costurera, le hacía los vestidos a las familias de renombre en Camoapa, todavía le mandan saludos”, enfatizó.
La nieta indicó que a pesar de la avanzada edad de su abuela, todavía se vale por sí sola. Se baña y se viste sin el apoyo de nadie, no requiere de ayuda porque considera que aún no lo necesita. “Ella vivía en su casa, pero hace un año tuvo un accidente y decidimos traerla con nosotras para cuidarla, hasta hace como tres años dejó la costura, siempre fue una mujer activa”, aseveró la nieta de doña Myriam.
La señora Alfa Bodán, ministra de la Orden Franciscana, indicó que la guía y presencia de la terciaria Myriam Guerrero, es un tesoro para los franciscanos en el municipio. “Doña Myriam hace muchos años ya no participa en las reuniones o actividades por su avanzada edad y limitaciones, pero siempre envía su aporte económico, eso representa un sentido de pertenencia a su fraternidad. Además, en su momento aportó muchísimo en la búsqueda de miembros para la orden”, declaró.
Doña Myriam Guerrero, afirma que más de la mitad de su vida la ha dedicado a la devoción a San Francisco de Asís en esta ciudad camoapeña. Así será hasta el momento que le toque partir físicamente de este mundo. Espera que el amor de los Camoapa hacia el santo de Asís no desaparezca. Instó a los futuros franciscanos a mantenerse en su fe.
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